El aceite de menta, extraído de las hojas de la planta Mentha piperita, es un ingrediente versátil en productos de cuidado de la piel que ayuda a aliviar la irritación, refrescar la piel y proporcionar una sensación de frescura.
Reconocido por su aroma refrescante y propiedades terapéuticas, el aceite de menta destaca por su capacidad para calmar la piel irritada, aliviar el enrojecimiento y proporcionar una sensación refrescante. Además, su acción antiséptica y antiinflamatoria lo convierte en un aliado valioso para el tratamiento del acné y otras afecciones cutáneas.